Corren tiempos perros. Los de allá arriba no se andan con chiquitas, y están dispuestos a todo para que lo que es no parezca, y lo que les parece sea. Quien les iba a decir a los premios nobel que su galardón les iba a valer para enunciar un magister dixit acusando a Greenpeace nada menos que de crímenes contra la humanidad. Esa conversación nos traíamos en el coche, rumbo a desenmascarar la versión de la agenda-setting sobre la visita del Barack Obama, en concreto a su paso por Sevilla, señalando los verdaderos intereses de la misma: económicos y militares. Una visita que, como si de un remake de «Bienvenido Mr. Marshall» se tratara, acabo no dándose
Establezcamos una alegoría en la que la situación global es un cielo nocturno. En él, la luna sería la que arroja luz sobre lo que está ocurriendo, y las nubes todas esas artimañas que desde el poder hegemónico se utilizan para tapar lo que ocurre, esto es, para tapar la luna. En un cielo tan tormentoso, cada vez es más dificil ver algo más que nubes, y a los movimientos sociales parece que nos toca extender el dedo y señalar a la luna.
Y en éste señalar ¿dónde nos interesa que mire la gente, al dedo que señala, o a la luna? Te dejamos a tí la respuesta, pero te mostramos en imágenes los dedos y lunas que bajo un sol abrasador vimos ese día.
Empezamos mirando al cielo buscando la luna, pero encontramos solo dedos: Banderas de Juventudes comunistas, CNT e IZAR.
Fuimos avanzando y descubriendo que las lunas estaban un poco más abajo: en pancartas de mano y colectivas.
Aquí abajo dos lunas más y un poco de viento
Esta luna parece muy sola pero no por eso deja de brillar
Lunas que miran dedos, lunas que miran lunas, lunas que se miran.
Vaya lio de dedos y lunas
Lunas negras que brillan hasta a pleno sol.
Y lunas que para verlas bien, hay que agacharse mucho.